
La demanda alegó que Botero hizo ''declaraciones intencionalmente falsas'' a los medios de comunicación en Miami y otras partes del mundo, indicando que los productos y servicios de los demandantes, Art Brokers y Publicidad Externa Limitada (Publix), eran ''completamente desautorizados e ilegítimos'' cuando en realidad ambas empresas tenían autorización explícita para hacerlo. Botero, agrega la demanda federal, ''usó su poder e influencia para forzar al museo que quebrantara el contrato con Publix'' y luego ''sacando irregularmente ventaja'' de los análisis del mercado que hicieron ambas firmas, utilizó otras empresas para vender los productos que los demandantes habían promovido y vendido.
''Soy un profundo admirador del maestro Botero y creo que es un héroe de Colombia...pero me atrevo a especular que fue mal aconsajedo cuando tomó esa decisión de desautorizar el contrato y desacreditar a los contratistas'', dijo el abogado de los demandantes, Alan Garfinkel, desde Orlando. Garfinkel sostuvo que en los dos últimos años su firma ha recaudado ''centenares de pruebas'' que demuestran que Botero dio la autorización para que las obras fueran reproducidas en forma de afiches, catálogos, pendientes, litografías y medallas de oro así como comercializadas en internet..
La demanda es un capítulo más de una agria disputa que se produjo a principios del 2003 cuando Botero puso en duda la legitimidad de reproducciones de su obra que se estaban vendiendo en el sur de la Florida. (Para más información contactar a la autora del blog en autoreslatinos@gmail.com)