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La querella por plagio contra Camilo José Cela

[Con información de Europa Press y El Mundo, España] – El premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, fallecido en 2002, fue acusado en vida por la escritora Carmen Formoso de haber cometido delito de plagio en su novela La cruz de San Andrés, con la que obtuvo el Premio Planeta en 1994. En su momento, el escritor negó esta acusación, así como el hecho alegado por la demandante de que la editorial Planeta le había pasado una copia de la obra Carmen, Carmela, Carmiña (Fosforescencias) para que escribiera La cruz de San Andrés, y aseguró no haberla leído. El caso se interpuso por apropiación indebida contra Cela y la editorial Planeta, pero el Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona decidió en 2002 archivar la querella lo cual fue confirmado en 2003 por la Audiencia Provincial de la Ciudad Condal. Sin embargo, la Sala Primera del Tribunal Constitucional ha resuelto la reapertura del caso, en tanto considera se vulneraron los derechos constitucionales de la querellante a la tutela judicial efectiva, a la defensa y a la utilización de los medios de prueba pertinentes para defenderse. En su resolución, el alto tribunal ordena que se remitan las actuaciones al momento en el que el Juzgado de Instrucción archivó las actuaciones respecto al delito de apropiación indebida, que vuelva a decidir sobre las pruebas periciales que estima conveniente practicar y que se pronuncie de nuevo sobre la procedencia del archivo de las diligencias previas.
Carmen Formoso dice que se dio cuenta de que su obra había sido plagiada «por casualidad». «Un día, en una librería de A Coruña, vi La cruz de San Andrés y leí la sinopsis de la solapa. Había coincidencias, pero la compré pensando que podía aprender mucho leyéndola. Pero cuando comprobé que era una copia, casi me muero del susto. ¿Cómo le iba a decir a nadie que Cela me había plagiado?» Tras convencer a sus tres hijos para que leyeran ambas obras, Formoso decidió acudir a tres catedráticos expertos en Literatura amigos de la familia para que juzgasen por sí mismos. El contenido del informe que emitieron entonces, y que aparece en la querella, es demoledor.
La cruz de San Andrés narra la historia de Matilde Verdú, una mujer que cuenta en primera persona la historia de su derrumbamiento moral y el de sus amigas por su inmersión en una secta satánica que practica la magia negra en A Coruña. La obra se sitúa entre la Guerra Civil y nuestros días, aunque su núcleo se ubica en los años 60 y 70. En Carmen, Carmiña, Carmela se cuenta la historia de tres mujeres de tres generaciones de una familia, atormentadas por las creencias supersticiosas de los coruñeses de la Ciudad Vieja y pertenecientes a un grupo que practica la magia negra. Esas circunstancias acabarán por derrumbarlas moral y físicamente, y, como en el libro de Cela, los rituales satánicos están descritos con todo detalle. El tiempo externo de la novela abarca desde la II República hasta casi los años 80, aunque su núcleo se sitúa en la posguerra y en los 60 y los 70. Además de un sinnúmero de referencias geográficas y de citas idénticas, los temas que definen ambas obras son casi los mismos: soledad, fatalidad, frustración, sufrimiento. Formoso también destaca que en su obra introdujo elementos autobiográficos, y que es imposible que Cela los conociera. (Para más información contactar a la autora del blog en autoreslatinos@gmail.com)