
Estas compañías habían detectado a un "uploader" que distribuía por Internet cientos de obras audiovisuales pirateadas "con el consiguiente perjuicio económico para los titulares de los derechos" y que, al parecer, tenía su centro de operaciones radicado en la ciudad de Valladolid. Durante el transcurso de la investigación se pudo comprobar y probar que la forma de actuar del "uploader" detenido: obtenía una copia pirateada de una película recién estrenada en salas de cine españolas y que todavía no se habían comercializado en otros soportes a los consumidores y seguidamente transfería desde su ordenador, utilizando siempre la línea de conexión a Internet de otras personas, la copia pirata a uno de los servidores de alojamiento de archivos existentes, que están ubicados siempre en otros países como Estados Unidos o Panamá. (Para más información contactar a la autora del blog en autoreslatinos@gmail.com)